Cambiaban cheques en una financiera para obtener efectivo y evitar los controles.
El fraude contra las Madres de Plaza de Mayo tuvo una pata central en el oscuro mundo de la City porteña. En la financiera Monetización, propiedad de Fernando Caparrós Gómez, se cambiaron decenas de cheques. Ese fue uno de los mecanismos más utilizados por los hermanos Schoklender y su entorno para hacerse de efectivo y desviar parte del dinero público que recibió la Fundación (solo para viviendas fueron $765 millones ). A un año del escándalo, un testigo clave reveló anteClarín en qué consistía la maniobra y quiénes se beneficiaron. También describe cómo se ocultaron las pruebas. Se trata de un ex empleado que pidió reservar su identidad. Su versión de los hechos aporta nuevos elementos a la causa judicial que investiga el juez Norberto Oyarbide.
¿Quiénes iban a cambiar los cheques?, preguntó Clarín El que más venía era Gotkin (el contador). Entraba a la oficina de Caparrós porque lo conocía. También iba Serventich (el piloto) y Camet (la mano derecha de Pablo Schoklender). Traían cheques con montos altos, generalmente más de un millón de pesos.
¿Cuánto cobraban de comisión? Variaba entre un 7 y un 10 %. A un cheque a 30 días le sacaban más. Gotkin cobraba su comisión por traer el cliente. Y endosaba muchos de los cheques como garantía por si eran rechazados.
Alejandro Gotkin era el contador de confianza de Sergio Schoklender y el presidente de Meldorek. En su declaración ante el juez, dijo que “se pedía prestado dinero a Monetización”. Y habló de un “procedimiento irregular”. “No podía salir de esa maraña en la que me metió Sergio”, se excusó. También mencionó a otra financiera investigada, Trade Travel, que está a dos cuadras de la Fundación.
¿Cómo era la ruta de cheques? Los cheques de Madres eran al portador. Nosotros los vendíamos a distintos mayoristas. Ellos los depositaban en cuentas especiales y cobraban 1% de comisión del total de cada cheque. Para ellos también es negocio porque depositan 5 u 8 millones de pesos por día. Durante todo el tiempo que trabajamos con los cheques de la Fundación pasaron alrededor de 100 millones de pesos. A Caparrós le quedaron 4 o 5 millones cuando estalló todo. Eso lo perdió.
Utilizando esa “calesita financiera”, los Schoklender obtenían efectivo yesquivaban los controles de la AFIP.
También se utilizaron cooperativas y empresas agrícolas para aprovechar las reducciones en el impuesto al cheque y al débito.
Al menos tres personas vinculadas a Monetización está siendo investigadas. El excéntrico Caparrós Gómez tiene la totalidad de la acciones de Tivenwest, propietaria del 99% de Monetización. El 1% restante es de Daniel Laurenti, quien en su primera declaración ante la Justicia admitió la maniobra. Caparrós y Laurenti son piezas clave porque le vendieron Meldorek al ex apoderado de las Madres con dos aviones y escindieron una parte de la compañía para formar Gorlac. En la causa también aparece Walter Cavagliato. “Es el hombre de confianza de Caparrós, le maneja hasta los autos”, lo describió el testigo. El financista es dueño de una colección envidiable, entre ellos un Porsche y un Austin Healey. Algunos fueron embargados por Oyarbide y siguen estacionados en su departamento de barrio de Belgrano.
“Cuando fueron a allanar la casa no había nada, se había llevado las cosas importantes a lo de su novia. Llegaron tarde”, revela ahora el ex empleado. Un operativo similar de “limpieza” se produjo en Monetización, previo a los allanamientos. La financiera logró reciclarse y ahora opera a bajo el nombre de Lebe SA, del empresario Edgardo Levita. Mueve millones con una docena de empleados y cuatro custodios. Milagros de la City.
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