Moyano dilata protestas hasta lanzar su partido
Por: Mariano Martín
Omar Viviani
Hugo Moyano atará las medidas de fuerza de su CGT contra el Gobierno al lanzamiento de su partido político. Así lo resolvió entre sus colaboradores más cercanos con vistas a la reunión de hoy del consejo directivo de la central obrera opositora que encabeza. El diagnóstico apunta a concentrar las protestas para marzo, una vez iniciada la ronda de negociaciones salariales y bajo la presunción de que para entonces no habrá una respuesta favorable a los reclamos por el Impuesto a las Ganancias.
El jefe de los camioneros deberá hoy hacer equilibrio entre los dirigentes más proclives a lanzar de inmediato un plan de acción y los que le recomiendan diferir el inicio de hostilidades con el Ejecutivo.
Entre los primeros, Gerónimo Venegas (peones rurales) y Abel Frutos(panaderos) alientan el montaje durante febrero de al menos una nueva movilización junto con la CGT Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo, y la CTA opositora, de Pablo Micheli. Mientras que otros gremialistas más moderados, como Omar Plaíni (canillitas), Oscar Mangone (personal del gas) y el propio Facundo Moyano, hijo del camionero y encargado del sindicato de peajes, recomiendan aguardar a marzo para sumar voluntades frente a una posible evasiva del Gobierno. Para entonces, Moyano prevé tener en condiciones administrativas su partido político, cuya presentación deberá ser sostenida con las eventuales medidas de fuerza.
El consejo directivo de la CGT opositora se hará desde las 15 en la sede de Azopardo 802. Allí "se analizará a fondo una salida al tope de las asignaciones familiares vigente, la necesidad de elevar el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y la marcha de las negociaciones paritarias de los gremios", comentó Juan Carlos Schmid, del gremio de Dragado y Balizamiento.
Como anticipó este diario, las centrales disidentes están de acuerdo en plantear reclamos salariales con un piso de aumentos del 25% y con una mecánica de negociación que permita rediscutir lo acordado a mitad de año, en función de la evolución de los precios.
Esos sectores también apuntan a la eliminación del gravamen sobre los sueldos, la universalización y suba de las asignaciones familiares y subas de emergencia para los jubilados. En lo que hay matices es en la base de discusiones: mientras la CGT de Moyano plantea un 25%, la de Barrionuevo y la CTA de Micheli ya hablaron de pisos de entre el 30 y el 35 por ciento.
En la CGT de Antonio Caló la agenda de reclamos es similar, pero sus dirigentes todavía debaten la estrategia. Como publicó ayer este diario, desde el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), los exaliados de Moyano encabezan el sector más ofuscado por la falta de respuestas del Gobierno. Ayer, el líder del sector, el taxista Omar Viviani, instó al Ejecutivo a "controlar la inflación", consideró "un dibujo" los números del INDEC y sostuvo que el alza real de precios va "del 20% al 22% anual".
"Hay que controlar la inflación. Hay que ponerle un poco de coto a este aumento indiscriminado de los productos de la canasta familiar, aunque no creo que sea algo parecido al 'Rodrigazo'. Cuando pasó, el país vivía otras condiciones políticas, con una situación anómala en la economía", matizó Viviani.
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