Cristina no está de luto

Así lo aseguró Pedro Robledo, joven atacado en una fiesta por ser homosexual. Se reunió con la Presidenta, quien le contó por qué utiliza el color negro para vestirse. Audio.

En marzo, Pedro Robledo y su novio, Agustín Sargiotto, fueron agredidos en una fiesta en San Isidro por ser gays. Tras el revuelo del caso, los jóvenes se reunieron con diferentes dirigentes políticos, quienes se comprometieron a luchar contra la discriminación. Ayer, llegó el turno de la audiencia con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Lo que nadie esperaba era el cauce de la charla.

Robledo contó que fue una reunión de dos horas “donde se tocaron todos los temas”. Allí aprovechó para presentarle una modificación a la Ley antidiscriminatoria: “Lo que prevería el nuevo proyecto es incluir dentro de los moldes de minorías que pueden ser discriminadas a orientación sexual, género y discapacitados e invierte la carga probatoria”. “Eso es muy importante, ya no es el discriminado quien debe presentar la prueba, sino que a quien se acusa de haber discriminado debe demostrar que no discriminó”, explicó.

En diálogo con radio Del Plata, el joven relató también algunos detalles del encuentro. “(El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli) nos ofrece café. Cristina buscó su canela y nos dijo ‘miren que queda rico con canela’; eso me causó gracia, que la Presidenta esté poniendo canela en mi café…”

Uno de los comentarios más llamativos del diálogo con la mandataria se centró en la imagen presidencial. De acuerdo con el relato de Robledo, Cristina contó una confidencia de su vida privada. “Me dijo que no es luto, no lo usa (al color negro de su ropa) por luto”. “Ella se vestía con muchos colores pero a Néstor no le gustaba eso y dice que ella sigue vistiéndose de negro porque era el color preferido de Kirchner”, comentó.

Además, contó que la Presidenta guarda en su cuarto “más de 1500 rosarios que le da la gente”, mira la serie Games Of Thrones y “se desvela entre cuatro o cinco veces por noche”. Pero reconoció algunas objeciones frente al control remoto. “No miro a Lanata”, parecen haber sido las palabras de la mandataria.