Mañana el día Internacional de la Mujer, no queda menos que rendirles un cálido homenaje a todas ellas sin excepción, especialmente a todas aquellas luchadoras por los derechos humanos de la mujer en particular y en especial a todas aquellas madres, que hoy en muchas partes del mundo luchan contra las injusticias de los sistemas, los cuales avasallan todos los derechos de la vida, y en que los países poderosos piensan en las soberbias de las guerras sin sentido, cuando deberían ponerse de pie y luchar por los derechos humanitarios de la necesidad imperiosa por la pasan muchas de esta mujeres, atormentadas en pleno siglo XXI de los arcaicos principios que siguen ejerciendo en países, no solo empobrecidos por su constitución corruptiva sino también por sus miserias intelectuales que dejan a la visión del mundo las iniquidades de esta vergonzante acción contra las mujeres.
En cuanto a la mujer argentina, también debemos pensar que su homenaje es mas que justiciero, por cuanto se encuentra sufriendo en esta crisis que nos han llevado políticas de corrupción y destrucción, en cuanto a la tolerancia que se permiten los gobiernos de actualidad frente a la impunidad por la defensa de los derechos humanos de la mujer, viendo desde recibir menor salarios por igual trabajo que un hombre hasta mirar de soslayo, las violaciones a que son sometidas muchas de ellas, como así también no intelectualizarlas en cuanto a que vivan en una sociedad con un nivel socio cultural, que le permita aún en su indigencia una actuación de vida inteligente, más humana y por consiguiente más saludable.
La Argentina tiene un símbolo de la lucha por los derechos de la Mujer, que fuera ejemplo en el mundo entero a través de la Dra.Alicia Moreau de Justo, quien a través de su Ateneo luchó denodadamente por ellos.
Lamentablemente en nuestro país, ante políticas que han denigrado el trabajo al extremo de tener una población desocupada del 20% y una pobreza del 52% con una indigencia de 22% se ha aumentado la injusticia hacia nuestras mujeres, producto de la crisis que agobia al hombre y lo pone en los límites de la desolación teniendo la mujer que afrontar los compromisos del hogar con toda la hidalguía de madre, esposa y sicóloga hasta de sus propias penurias y desgracias.
La mujer de un desocupado de Argentina en su mayoría se le debe el respeto y hoy en su día el mejor de los homenajes, para ti MUJER con mayúscula.
Por: Mario Luis Pennella
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