Norberto G. Asquini
Hubo varios movimientos hacia la moderación de las posturas políticas en la interna del PJ, sobre todo de Jorge en su acercamiento al marinismo y su distanciamiento con los "duros". Pero no hay lugar para engaño: Verna sigue rearmando su línea y piensa en las primarias.
La interna del Partido Justicialista en La Pampa parece tener tantas idas y venidas como las novelas del prime time televisivo. Y a pesar de que estamos en enero, tanto el año que pasó cargado de tensión entre los diferentes sectores, como los meses que vendrán con las primarias legislativas y las internas partidarias, llevaron a que no hubiera tiempos muertos en la política. De hecho, durante la semana pasada hubo varios hechos y gestos que dan para el análisis sobre a dónde parece apuntar cada línea.
Acercamientos.
Luego de la ruptura entre el gobernador Oscar Jorge con la vernista Línea Plural pareció que el mandatario, con el apoyo nacional, iba por todo. Pero los diputados provinciales plurales, junto con sus aliados del Frepam, frenaron ese ímpetu a fuerza de hacerle perder varias batallas legislativas al gobernador.
¿Moderará Jorge sus posturas de ahora en más en su relación al interior del PJ? La convocatoria al diálogo a los diputados del PJ a fines del año pasado pareció ir en ese sentido, aunque pocos resultados haya tenido en la práctica ese encuentro.
Pero hay otros elementos que llevan a pensarlo: su nuevo acercamiento al marinismo es uno. Luego del respaldo legislativo de los dos diputados de Convergencia a su gobierno hubo varios movimientos en ese sentido. Uno fue un globo de ensayo largado tal vez desde Casa de Gobierno de que Silvia Bersanelli de Kolina -que ya ha fue elegida por la presidenta como segunda en la boleta K en La Pampa hace dos años- pueda llegar a encabezar la boleta de diputados nacionales seguida de un marinista. Tal vez lo hayan sugerido también desde Kolina o desde el marinismo, pero es una idea que rondó.
Esta semana se supo además que Jorge volvió a desempolvar el acuerdo con el marinismo, que estaba en stand by, y que ingresó algunos militantes de ese sector a la administración pública. Otro gesto.
Distancias.
Este acercamiento, además, está en línea y en relación directa con un alejamiento, que tal vez sea temporario. La relación entre Jorge y el intendente santarroseño Luis Larrañaga no pasa por el mejor momento. Hay un distanciamiento desde noviembre del año pasado. No es solo personal, sino también material: no están llegando fondos prometidos desde Provincia.
Larrañaga fue uno de los principales impulsores de la jorgista Compromiso Peronista y el más intransigente frente a marinistas y vernistas. Sus funcionarios ya indicaron que no habrá ningún acuerdo con el marinismo y se está lejos de eso, sobre todo en su pelea por el Consejo de unidades básicas de la capital.
El resto de los intendentes de Compromiso Peronista por ahora especula y enfría la interna ya que sino deben enfrentar las consecuencias de la división en sus propios pueblos.
Pero el gesto de Jorge también va a contramano de otros aliados, los de La Cámpora, enfrentados directamente con el marinismo y que también muestran su lado combativo.
La posibilidad de apartar de la primera línea a los sectores "duros" del jorgismo, o aliados a él, parece ir en sintonía con un cambio hacia la moderación.
Haciendo equilibrio.
Al marinismo este acercamiento con Jorge le sirve para ganar espacios políticos. Han jugado al equilibrio entre jorgistas y vernistas y saben que son codiciados por unos y otros. Se muestran defensores del proyecto nacional de la presidenta, pero no al extremo y sin olvidar su pelea por el poder provincial.
En ese equilibrio, boyan entre tender líneas con el vernismo cuando Jorge se acerca a los grupos K -como ocurrió en el Congreso de Rancul el año pasado- o acercarse al gobernador y al calor de la gestión como sucede en esta coyuntura. Una posición pendular que va en línea con la postura de "unidad" de su jefe político y que saben vender como garantía de que su apoyo puede llegar a volcar la interna para el lado que ellos se inclinen.
Funcionario salvado.
Otro movimiento en el sentido de la moderación de las posturas políticas vino por parte del vernismo en la Legislatura al haber salvado al ministro de Gobierno, César Rodríguez, del juicio político por su responsabilidad en el caso de la niña Sofía Viale. Pero no hay que confundirse: pudo haber sido un gesto al gobernador; pudo haber sido una postura corporativa de salvar a un político o un funcionario peronista; o vislumbraron que la acusación había tomado un cariz judicial y era muy endeble como para llevarlo a juicio.
Seguramente, a los más combativos del vernismo, que hasta no les disgustaría ir por la cabeza del gobernador, esto no les haya gustado. Pero en varios de ese sector la moderación parece ganar terreno.
Tampoco hay que confundirse: los plurales seguirán condicionando en la Legislatura con su propio proyecto a la gestión de Jorge a través de leyes. Y esta semana volverán a ratificar el Presupuesto con los cambios propuestos por ellos.
Verna se rearma.
Otro movimiento que no pasó desapercibido fue la visita política que hizo el senador Carlos Verna a la localidad de 25 de Mayo. En la intendencia se reunió con el secretario general de los petroleros, Guillermo Pereyra, y con el jefe comunal David Bravo.
Verna rearma a su tropa y comenzó a moverse. La idea es alinear a los intendentes y el objetivo es que en las primarias su gente apoye a un candidato "peronista" o "del PJ". O sea, la Plural no presentará ningún candidato propio, como ya adelantó, pero sí dará su respaldo al postulante que ponga en la boleta el justicialismo que no sea kirchnerista o que lo imponga la presidenta.
El senador construye de cara a 2015 también. Aunque hay varios que se arrogan ser sus voceros, solo él sabe el rumbo. De esta manera se acerca al peronismo disidente, como el haberse reunido con el segundo de la CGT de Hugo Moyano; tiene contacto permanente con dirigentes enfrentados a la presidenta, como el gobernador cordobés De la Sota; o su gente se acerca a los bonaerenses Scioli o Massa, apuntados como los reemplazos de CFK si no hay reelección. En ese rearmado, su gente llegó a llamar a Mac Allister para sondearlo por si lo del PRO se caía.
Volver a la realidad.
Sin embargo, moderación no significa unidad. Y esto es apenas una hipótesis que los hechos pueden descartar en los próximos días. Hay todavía entre Jorge y el vernismo un abismo y heridas abiertas, que el querer conservar el poder puede hacer que se disimulen, pero no que desaparezcan. Esa distancia la marcan sus posturas ante el gobierno nacional: mientras Jorge apoyará a un candidato kirchnerista como parte del proyecto nacional, Verna embarcado en el peronismo disidente lo hará por uno con perfil "provincial" que no represente directamente a la presidenta.
Esa distancia insalvable es la que todavía motoriza una interna que está latente y que mañana puede volver a estallar con la mínima chispa.
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