VERANO OPOSITOR. El entramado político opositor entrerriano deja ver, a pesar de las vacaciones, ferias, recesos y demás yerbas, las primeras señales de las cartas que forman la baraja de un año electoral como este 2013. Campamento del Partido Socialista, otro similar del Partido Comunista, expresiones sueltas del peronismo, léase Jorge Busti, Héctor Maya, Gerardo Gonzalez y ¿Emilio Martínez Garbino? ¿Y Luis Leissa?
El interrogante es necesario a partir de las declaraciones a un medio digital del titular del Frente Entrerriano Federal, quien había dado como un hecho (90 % según su expresión) el acuerdo que viene madurando hace meses con ambos dirigentes de Gualeguaychú, aunque ninguno de los mencionados haya corroborado la especie. El hecho, de concretarse, marcaría un giro geopolítico del ex gobernador, que dejaría a la ciudad de Paraná (que tuvo una enorme representación en su armado electoral del 2011), en busca de nuevos aportes en las urnas en el sur entrerriano.
Quien sí marcó distancia respecto al futuro entramado fue Héctor Maya, preocupado por aglutinar a aquellos que estuvieron enfrente del kirchnerismo y relativizando a cuestiones protocolares y/o familiares los contactos con Busti. El ex legislador entiende que hasta que no se dé la convocatoria de internas abiertas poco hay para hacer en la arena política. Peor aún cuando la mayoría tome conciencia que sólo ocho representantes políticos saldrán rumbo al Congreso (tres senadores, cinco diputados). Es decir que hay una enorme expectativa puesta (fundamentalmente desde lo nacional) a la elección intermedia de este año, que no se condice con los resultados prácticos (mayorías necesarias) para el funcionamiento del Congreso, que seguirán en manos del gobierno nacional.
Desde el oficialismo las señales relacionadas con el año electoral son prácticamente nulas, entre breves períodos de descanso y participación activa en todos los actos marcados a nivel nacional, el gobierno de Urribarri pudo cerrar el año 2012 con una escalada de anuncios, contratos y obras en ejecución que le permitieron, como no lo había hecho durante el año, volver a su máxima: “Mi despacho es la provincia”, pero a la vez con una inédita inserción de Entre Ríos en la escena de los medios nacionales.
EN BUSCA DE SALDAR VIEJAS DEUDAS. El gobernador lo ha dicho en innumerables oportunidades: “Si llegamos hasta aquí lo hicimos para consolidar nuestro proyecto, pero fundamentalmente para cambiar la realidad”. Esa premisa de autodesafío se pondrá a consideración la próxima semana en la Legislatura, con el ingreso de un proyecto de ley que crea un programa para la construcción de 6.000 viviendas sociales en los tres años que le restan de mandato. La hipótesis de máxima es borrar del mapa los asentamientos que existen en las principales ciudades de la provincia.
Si es posible resolver alrededor de 2.000 soluciones por año, su gestión podría terminar sin villas de emergencia, al menos en los principales centros urbanos entrerrianos. La búsqueda no sólo compromete a las áreas relacionadas con la infraestructura; estas problemáticas están siempre asociadas a situaciones de hacinamiento, falta de servicios y, lamentablemente, de violencia familiar.
LA VISIBILIDAD. El inicio de la temporada veraniega ha permitido a la ciudadanía en su conjunto distinguir que la visibilidad lograda por Entre Ríos, no sólo remite a la presencia de Urribarri en la agenda oficial, sino que se ha convertido en un valor propio. Está claro que la TV Pública pueda acompañar a un gobernador “preferido”, del entramado K. Lo que no estaba en carpeta (para colmo en formato diario), era la posibilidad de mostrar a nuestras ciudades, playas, escenarios naturales, nuestro folklore, el carnaval y hasta nuestra gastronomía “en vivo” por los canales de mayor cobertura. Cuánto tendrían que haber andado las pasistas de Hasenkamp, para tener cinco minutos de televisión y promocionar el “producto estrella” de su comunidad.
Todo esto se ha complementado con un mecanismo de promoción de las principales fiestas y lugares del suelo entrerriano, una fuerte apuesta a la promoción turística, un operativo de seguridad pensado a lo grande y con el notable salto de calidad que recibió toda la provincia con la habilitación de la Autovía de la Ruta 14. Se comenta que la vuelta de la provincia a las lunas de Cosquín dejará boquiabierto a más de un desprevenido. Será, según lo poco que se sabe de la resolución, de una búsqueda cualitativa que promete dejar su marca, la de Artigas, claro.
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