Por pedido del público (igual la tenía preparada) Mario Bofill volvió a interpretar la Galopera, pero modificada, versos que en la edición pasada de la Fiesta Nacional del Chamamé utilizó para desenmascarar los entramados políticos que se preparaban para la elección de este año. Sin embargo, ya más inmiscuido en el mundo de la política, el loretano amainó el alcance de su letra y evitó la urticaria de los políticos; esa misma que les había causado en 2012 y en el mismo escenario. Esta vez no pasó de comezón.
Lo había anunciado. Esta Galopera “no sería tan brava” como la del año pasado. Quería evitar que se enojen y lo miren de reojo. (Y que lo lleven preso, según ironizó). Además, también él tiene hoy el traje de candidato cerca y ya posó en la cartelera electoral K, con el vicepresidente Amado Boudou, Camau Espínola y Fabián Ríos.
Fue en la madrugada del domingo, ya había pasado Salvador Miqueri y era su turno. El público le manifestó el mismo cariño y respeto de siempre. El retribuyó eso con su habitual carisma y una tibia galopa, que pese a ello, dejó un mensaje al pueblo.
“Agarra que lo que venga/ si sos lento chau tu plata. Porque el tiempo lento pasa/ entre elección y elección”, reza en uno de sus versos.
Bofill reconoce en su poesía que la contienda electoral se polarizará entre Ricardo Colombi y Camau Espínola.
“Ricardo dice que tiene/ Camau dice que tendrá. Atención los barrios pobres/ los regalos lloverán”, dice otra estrofa de la clásica canción de Cardozo Ocampo.
Siempre esquivando rencores, el loretano puso punto final a las escaramuzas que se suscitaron con el presidente de la UCR, Sergio Flinta, por la versión de 2012. “No es un recio, es un dulce/ Sergio Flinta el militante/ tiene azúcar en la sangre/ igualito que Bofill”, entonó.
El popular chamamecero no obvió mencionar la interna peronista protagonizada por Camau y Ríos.
Tampoco olvidó a su compañero de fórmula legislativa, Manuel Sussini, y el constante comercio de los 50 mil votos que obtuvieron en 2011, que podrían definir una elección.
“Dicen que Manuel Sussini/ pone oído al adversario. Mire que soy diputado/ y tengo 50 mil”.
Para cerrar, el loretano, fiel a su estilo, pide: “El que gane que elimine/ cinturones de miseria/ Hasta siempre/ y que pierda aquel que miente. Es la hora que Corrientes/ tenga un destino mejor. Nadie se sienta tocado/ lo digo de corazón”.
A diferencia de la Galopera 2013 -así la tituló-, que interpretó el año pasado y que causó un revuelo político, Bofill obvió las críticas esta vez. Tal vez por las dudas que puedan ser usadas en su contra.
En aquella oportunidad fustigó a los principales actores de la política local y nacional. No se guardó nada y repudió la falta de honradez, la mezquindad y la traición de la clase dirigente. Fue un claro mensaje al pueblo para que aprenda a votar (ver recuadro).
La nueva composición cosechó risas y aplausos, pero Bofill, en plena campaña, evitó las escaramuzas con sus posibles adversarios electorales o aliados.
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